Esta es otra de las recetas que he hecho para mi marido y sus compis, la verdad yo solo probé la salsa, no me llego a mas, pero según mi marido son un autentico vicio, de una sabor increíble, nada empalagosas y muy sabrosas, la carne tierna que se deshacía.
El secreto esta en comprar un buen costillar, que no quiere decir caro, sino que tenga el equilibrio entre grasa, carne y tejido conjuntivo. El horneado también es muy importante, yo aquí os doy unas recomendaciones pero vosotros conocéis vuestros hornos como nadie y sabéis como cocinar en ellos. No queremos una sobre cocción y que se quede seco. Una buena opción para ellos es ir girando las costillas o ir mojando con la salsa el costillar.
INGREDIENTES
- 1 costillar.
- 150 g de caldo de pollo, o 150 g de agua y una pastilla de caldo de pollo.
-Tomillo.
- Romero
- Sal
- Pimienta negra molida.
- 5 cucharadas de miel.
- Aceite de oliva.
PREPARACION
1º Ponemos a reposar nuestro costillar con las especial y sal dando un suave masaje de ellas sobre la carne, y después agregando el aceite. Déjalo reposar una hora ( si puedes toda la noche aun mejor, mas sabor tendrá)
2º Ponemos en un cazo a fuego medio, cuanto este caliente añade la pastilla y disuelve. Cuando este disuelta añade la miel y remueve hasta que este integrada.
3º Precalentamos el horno a 200º arriba y abajo.
4º Ponemos el caldo encima del costillar e introducimos las costillas durante una hora y a mitad de cocción les damos la vuelta. También es favorables ir mojando las costillas, cada 15 o 20 minutos con la salsa resultante. Y listas para comer.
NOTAS
No hice acompañamiento por que claro mi marido se las tenia que llevar, pero pegan perfectamente con patata asado, o puré de patatas y una buena ensalada.
La salsa tenia un sabor increíble y exquisito, dulce pero sin empalagar.
Disfrutaras cada bocado, que cuando se acaben siempre querrás una mas.
Una manera fácil y diferente de comer un producto muy básico, dándole un sabor no acostumbrado.
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