¿ Alguien puede creer que esta cosita rubia haya cumplido 18?
Y es que mi mayor ya ha hecho 18 años este finde, parece nada, pero ha sido una emocionante aventura digna de vivir cada día.
Ser mama es enseñar, y que te enseñen, a compartir con ellos cada logro, ver como ven el mundo con inocencia, y aunque crezcan que siga manteniendo algo de esa inocencia. Ver como aprender a dar significado a esas emociones que tiene dentro y que con palabras no salen. A armarse ambas partes de paciencia para entenderse. Disfrutar y reír. A entender de muchas maneras las frases que te decían tus padres. A admitir errores y saber solucionarlos.
Este "trabajo" creo que es de los pocos que nunca acaba, pero creo que es otra de las cosas que mas hermoso lo hace. En todas las fases, edades, se repiten las mismas cosas solo que hay que cambiarlas para adaptarse a las nuevas circunstancias.
Es una gran responsabilidad tener un hijo, pero en vez de convertirla en una carga hagamos que sea algo donde disfrutemos.
Son pesados esas noches cuando no duermen, horribles esos días cuando no obedecen, llenos de rabia e impotencia cuando te debaten y te contradicen todos tus opiniones ( pero recuerdo que yo también lo hice, así que debo de dejar que o intente). Mas impotencia y dolor cuando te dicen que no los entiendes ( aunque no sea así). Pero no hay que dejar que esos pequeños momentos estropeen algo que ya de por si es maravilloso y sabemos que es una fase que no durara eternamente.
Yo fui mama muy joven, y tuve que aprender a marchas forzadas, me equivoque en muchas ocasiones, y yo misma lo se, soy muy consciente, pero necesitarme equivocarme para saber por donde no tenia que ir, pero con lo que sabia y tenia lo hice lo mejor que pude. Se que llegara un día en que mis hijas me digan que "falle" en algunas cosas que ahora no soy consciente, pero no serán una carga sino una manera de averiguar mas cosa de mi misma.
Pero yo en estos 18 años he disfrutado aprendía, sufrido, reído, llorado, avanzado preocupado, compartido, cambiado... y mil cosas mas junto a dos maravillosas niñas.
Con lo que me quedo, es que estoy muy orgullosa de lo que veo, transmiten y me hacen sentir mis hijas En como enfocan sus vidas, en su forma de pensar, y en las seres que se están convirtiendo, todo lo demás me pesa un poco menos.
Así que ahora a por los 18 de la pequeña a seguir en esta emocionante aventura, a ver que me tiene preparada.
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